Pasaré a narrar una experiancia practicamente paranormal, extrañísima, que tuvo lugar el pasado fin de semana, más precisamente el sábado.
Transitábamos las calles cual indigentes con mi amiga personal Tamara, oriunda de la pequeña Concepción del Uruguay. El clima era bastante ameno y nuestro destino nos había llevado a mi playa personal de dos metros de largo a orillas del Río Gualeguaychú.
Mientras hablábamos de la vida, tomaba mi Grido Batido {Recomendado del siglo.}, el cual NO me arrepiento bajo ningún punto de vista de haber ingerido {He aquí mis problemas de EXCESIVO peso}. Mi compañera de viajes insistía en subsanar todos mis problemas con un churro relleno de dulce de leche cuando, sin previo aviso un pequeño individuo, que luego de indagar en la red descubrí era TODA una celebridad Gualeguaychuense, se acercó a nosotras con uno de sus extraños amigos de vestimentas psicodélicas y poca capacidad de abstracción, preguntando amablemente si teníamos fuego.
Ante nuestra negativa, el sujeto de cabello extraños se detuvo un segundo a 'pensar'; cuando su amigo intervino en los hechos -¿No toman?- ¿Qué relación tenía con lo anterior? -No, nada de sustancias extrañas en nuestro torrente sanguíneo- Recalqué. El pequeño sujeto se sentó alegre a mi lado -¿Son floggers?- ¿AH? What thee...?
En fin; cosas que suceden.